Integrantes del “Movimiento 469, CDMX” nos mantenemos en busca de alternativas efectivas para lograr establecer una resolución de la situación de las plazas con nivel 469 de la Ciudad de México, siempre con el acercamiento a las autoridades de la misma, con el único fin de lograr y garantizar los requerimientos básicos indispensables para asegurar la subsistencia digna de nuestras familias y el desarrollo personal. Cada año, desde el 2018, estamos a la espera de que el Gobierno de la CDMX, realice una concreta “Justicia Laboral”, con apego a los derechos humanos, y cese así el menoscabo a la dignidad de los trabajadores nivel 469. Nuestro actuar siempre se ha conducido de buena fe, con apego y respeto por lo estipulado en el artículo 8o y 9o Constitucional, haciendo un llamado para ser escuchados y se reivindique nuestro salario, nuestras prestaciones y derechos sindicales que las leyes de la materia nos confieren, esto con base en los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, consagrados en el artículo 1o de nuestra Carta Magna, cumpliendo así y garantizando un verdadero Estado de Derecho, promoviendo, respetando, protegiendo y garantizando los derechos humanos y la dignidad humana, la cual se obtiene a través del trabajo, la libertad, igualdad sustantiva, justicia, solidaridad, derecho al mínimo vital, libertad sindical (para decidir o no pertenecer a un sindicato sin que ello implique un menoscabo en nuestro derechos laborales), derecho a la vida digna, salud, seguridad económica, educativa y actualmente derecho a una muerte digna, derechos que hasta este día han sido violados y limitados. A partir de estos hechos, que han causado deterioro en nuestras familias y personas, la negación a los Derechos Laborales y salario digno, podremos señalar que el 01 de Febrero del 2018, siendo 9,735 trabajadores, nos reunieron en el zócalo con el gabinete del ex Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa, dónde nos engañaron con el otorgamiento de bases tipo nomina 1, donde beneficiarían nuestros precarios salarios y prestaciones, sin embargo, con tristeza observamos con el paso de los días, que no había un cambio en nuestro salario, que había una marcada diferencia entre los salarios de trabajadores sindicalizados, no sindicalizados y estas nuevas plazas, violentando una vez más, nuestros derechos humanos, dignidad humana y laboral, al no otorgarnos lo que por ley nos es conferido, que era el ser basificados mínimamente con el nivel 89 (pie de rama) y no con un nivel ficticio 469 el cual no existía en ningún tabulador.

Ese nivel nos asigna un salario muy por debajo de lo que un trabajador con nivel 89 percibe, además de no recibir las prestaciones correspondientes, y por si fuera poco sin la posibilidad, como muchos otros compañeros basificados, de obtener el denominado “Dígito sindical”, al que según las condiciones generales del trabajo en su artículo 77, fracción III, tenemos derecho a los seis meses un día de ser basificados, con el que podríamos mejorar nuestro ingreso, y tener el apoyo en nuestras áreas de trabajo, porque nos damos cuenta que al pertenecer a un nivel 469 estamos expuestos a la discriminación por parte de los jefes de área o departamento; a pesar de que conforme al artículo 1o Constitucional: “Queda prohibida toda discriminación que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”, por ello deben terminar las limitaciones y diferencias estructurales, entre los trabajadores del gobierno de la Ciudad de México, que producen las leyes en materia laboral condicionadas a un dígito sindical, ya que ningún ordenamiento, ley secundaria, circular, condiciones generales, proceso administrativo o grupo político, debe estar por encima de los Derechos Humanos y Fundamentales y con ello causar menoscabo en la dignidad humana de los trabajadores de la Ciudad de México, con ello se hace necesario revisar las leyes de la materia y condiciones generales del trabajo, así como el reconocimiento jurídico de toda organización de trabajadores de naturaleza diversa, para ello valdrá la pena analizar los convenios 151 y 154 de la Organización Internacional de Trabajo y en su defecto que México como Estado los firme, ratifique y acepte. ACERCAMIENTOS. El camino ha sido largo, y el 16 de Octubre del año 2020, cansados de no tener un cambio ni explicación del porque nos dejaron en esas condiciones, se realiza una movilización a pesar de las condiciones a las que nos exponíamos por la situación de pandemia por COVID-19, esta se llevo a cabo en las instalaciones de la Subsecretaría de Capital Humano y Administración de la Ciudad de México, desde entonces diferentes comités nos han recibido, generando diversas mesas de trabajo, en ninguna con alguna resolución tangible.
¡SEGUIMOS EN PIE DE LUCHA...!